
El Cuerpo de Marines de los Estados Unidos está haciendo avances importantes hacia tener una flota completa de aviones de combate de quinta generación. Pero, sorprendentemente, estos modernos aviones todavía están equipados con tecnología de armas de la década de 1980. Esto está generando inquietud entre los líderes de la aviación de la Marina y provocando solicitudes urgentes de la industria para obtener asistencia en esta área crítica.
Personalidades de alto rango como el vicecomandante de aviación, teniente general Bradford Gering, y el director del Grupo Cunningham, coronel Derek Brannon, expresaron este contraste en la exposición militar Modern Day Marine. "Somos asesinos, somos marines de corazón", dijo el coronel Brannon en la convención en Washington el miércoles, enfatizando que el cuerpo debe estar al más alto nivel de capacidad de combate.
Los dos líderes de la aviación destacaron la urgencia de contar con mejores opciones de armas y municiones para la creciente flota de aviones de combate F-35B y F-35C del Cuerpo, al tiempo que destacaron importantes lecciones aprendidas recientemente en operaciones aéreas distribuidas.
Los próximos cinco años de la aviación del Cuerpo de Marines: más F-35 y capacidades avanzadas
Los planes de aviación del Cuerpo de Marines para los próximos cinco años son ambiciosos. Estos planes incluyen agregar más aviones de combate F-35 al inventario de aviadores del Cuerpo de Marines, actualizar los aviones de rotor basculante MV-22 Osprey existentes, aumentar el número de aviones de carga y expandir los sistemas de mantenimiento predictivo basados en datos, informó Todd South.
Un ejercicio reciente en la Costa Oeste requirió la participación de diferentes unidades del Cuerpo de Marines en una misión crítica para determinar cómo podrían funcionar las operaciones de aviación distribuidas en esta región geográfica. Los datos y experiencias adquiridos proporcionaron información fundamental para la planificación operativa futura. Está previsto que el próximo ejercicio de mesa similar se celebre en Europa el año que viene.
Las lecciones básicas que se aprenden de estos ejercicios son bastante sorprendentes. El Cuerpo de Marines identificó la necesidad de más opciones de entrenamiento virtuales y en vivo, la importancia de las operaciones de aviación basadas en decisiones basadas en datos que utilizan grandes modelos de lenguaje para desarrollar escenarios, la necesidad de una mejor planificación de las comunicaciones y la generación de energía, y la vitalidad de controlar eficazmente el tiempo y el ritmo de la necesidad de camuflaje, cobertura y ocultamiento. Se espera que la inteligencia artificial (IA) y las tecnologías de aprendizaje automático desempeñen un papel clave en estos próximos pasos.
El teniente general Gering, en su declaración sobre el tema, dijo: “Estamos siguiendo esto muy de cerca en este momento porque todo es cuestión de datos”, llamando la atención sobre la creciente importancia de los datos en los procesos de toma de decisiones operativas.
Citando el ejemplo de un proyecto de tres estrellas, Gering destacó los beneficios potenciales de utilizar estas herramientas de IA para predecir fallas de los componentes de las aeronaves y ajustar los suministros en consecuencia. “Lo que se puede hacer entonces es tomar decisiones sobre esa aeronave”, dijo Gering sobre el uso de diferentes plataformas, señalando el potencial del análisis de datos para aumentar la eficiencia operativa.
El mismo enfoque basado en datos también es crucial para los materiales y equipos que las unidades de aviación llevarán consigo. Al comprender el panorama completo de la atención y los suministros, las unidades pueden determinar con mayor precisión qué empacar, potencialmente llevando menos artículos y dejando una huella logística más pequeña, dijo.
Transformación de la flota de aviones a reacción: comienza la era del F-35
En el sector de la aviación a reacción, el Cuerpo de Marines pretende completar la compra de 95 aviones de carga KC-130J en los próximos cinco años. Estos modernos aviones de carga aumentarán significativamente las capacidades de apoyo logístico.
Actualmente, once escuadrones (dos de entrenamiento y nueve operativos) operan activamente el avión F-35 Lightning II, un avión de combate de quinta generación. Según los planes del Cuerpo, se construirán siete escuadrones más en servicio activo durante los próximos cinco años, complementados con dos escuadrones de reserva de la Marina. Una vez completado esto, un total de 18 escuadrones activos estarán equipados con F-35. Doce de estos escuadrones utilizarán la variante F-35B, que tiene capacidad de despegue y aterrizaje vertical (STOVL), y seis utilizarán la variante F-35C, que está diseñada específicamente para despegue y aterrizaje en portaaviones (CATOBAR). Los dos escuadrones de reserva volarán únicamente la variante C.
El coronel Bannon dijo que, como parte del proceso de modernización, el legendario avión AV-8 Harrier será retirado por completo a finales de este año. Está previsto que el avión de combate multipropósito F/A-18 Hornet quede retirado del servicio gradualmente en los próximos cinco años. Estos retiros son pasos importantes en la estrategia de transición a una flota de aviones de combate basada enteramente en F-35.
Los aviones modernos vuelan con armas anticuadas
Si bien el objetivo del Cuerpo de Marines de lograr una flota de aviones de combate de quinta generación es prometedor, el marcado contraste es que estos aviones modernos todavía están equipados con tecnología de armas de la década de 1980. Esta situación ha hecho que líderes de la aviación como el teniente general Gering y el coronel Brannon recurran a la industria en busca de soluciones urgentes. Para que los aviones de quinta generación aprovechen plenamente su potencial, es fundamental que estén equipados con sistemas de armas modernos y eficaces compatibles con sensores avanzados y conexiones de red. De lo contrario, los aviones de alta tecnología no podrán demostrar plenamente su eficacia operativa con municiones obsoletas. Por lo tanto, la transición del Cuerpo de Marines a una flota de aviones de combate de quinta generación debe incluir no sólo aumentar el número de aeronaves, sino también la integración de sistemas de armas de próxima generación que garanticen que estas aeronaves sean eficaces contra las amenazas modernas.